Harán seguimiento a los diferentes puntos denunciados por la comunidad en los barrios de la capital tolimense.
Francisco Espín, director de Justicia de Ibagué, señaló que han intensificado los esfuerzos para controlar el ruido en las zonas comerciales y residenciales de la ciudad. Esta iniciativa incluye tanto a comerciantes legales como informales.
En la Tercera, se han cerrado siete establecimientos que ya habían sido advertidos durante las socializaciones previas. «El objetivo es asegurar que todos los comerciantes cumplan con las normas de convivencia, especialmente en lo referente a los niveles de ruido», explicó Espín.
La problemática del ruido se ha convertido en un desafío en Ibagué. «Si un comerciante pone música a alto volumen, otros lo hacen aún más fuerte, creando una competencia insostenible», señaló Espín. Este fenómeno se presenta tanto en las zonas de rumba como en los barrios residenciales, afectando la calidad de vida de los vecinos.
Para abordar esta situación, la Dirección de Justicia ha comenzado a utilizar sonómetros en las zonas de rumba y planea expandir esta medida a los barrios. Se están llevando a cabo socializaciones con organizaciones como Fenalco, Asobares y Asotenderos para educar a los comerciantes sobre las normas de ruido y las consecuencias de su incumplimiento.
Las comunas Siete, 12 y Nueve son las más afectadas por esta problemática, con múltiples quejas de los residentes. En el centro de la ciudad, aunque también hay problemas, los comerciantes han mostrado disposición para atender las recomendaciones y participar en las capacitaciones ofrecidas por la Dirección de Justicia.
Estas capacitaciones incluyen visitas a los establecimientos para orientar a los comerciantes sobre los niveles permitidos de ruido, las posibilidades de amortiguación y la normativa vigente. «Queremos asegurar que todos sepan cómo operar de manera responsable y respetuosa con la comunidad», concluyó Espín.