
En un acto celebrado en Caracas, Venezuela, el Gobierno colombiano y la disidencia de las extintas FARC, conocida como Segunda Marquetalia, instalaron oficialmente la mesa de diálogos para avanzar en el proceso de paz. El primer ciclo de negociaciones comenzará este martes 25 de junio y concluirá el 29 del mismo mes.
Durante la inauguración, se leyó un comunicado de nueve puntos, destacando los compromisos para el primer ciclo de negociaciones. Las partes se concentrarán en definir protocolos, abordar temas específicos de la agenda y tomar decisiones sobre medidas para desescalar el conflicto. Además, ambas delegaciones invitaron a la comunidad a participar activamente en el proceso y se comprometieron a no realizar acciones que traicionen la confianza en los diálogos.
El comunicado también lamentó el asesinato de uno de los jefes de la disidencia y reafirmó el compromiso de garantizar la seguridad de los participantes en las negociaciones. Por parte del Gobierno, la delegación está encabezada por Armando Novoa, mientras que Walter Mendoza lidera la delegación de la Segunda Marquetalia. Cuba, Noruega y Venezuela actúan como países garantes del proceso.
Walter Mendoza, jefe de la delegación de la disidencia, expresó su pesar por el asesinato de Elmer Guerrero y subrayó la responsabilidad del Estado en garantizar la implementación correcta del acuerdo de paz. Por su parte, Armando Novoa, jefe de la delegación del Gobierno, reafirmó que el acuerdo de paz de 2016 sigue siendo vinculante y que la falta de implementación es el principal problema a resolver.
Iván Márquez, comandante de la disidencia, saludó el inicio de las negociaciones con un «profundo anhelo de paz». Márquez reiteró la disposición de la Segunda Marquetalia para contribuir al logro de la paz en Colombia, destacando la importancia de superar las causas históricas del conflicto y la necesidad de evitar acciones que obstaculicen el proceso.