Este año, la gran peregrinación a La Meca, uno de los cinco pilares del islam, se cobró la vida de más de 1,000 personas debido a las altas temperaturas. El balance actualizado de la AFP revela que 1,081 peregrinos de al menos 10 países fallecieron durante el Hach, con temperaturas que alcanzaron los 51.8 °C.
De los fallecidos, al menos 658 eran egipcios, incluyendo 630 en situación irregular, quienes no pudieron acceder a espacios con aire acondicionado. Estos peregrinos son más vulnerables al calor extremo, ya que a falta de documentos oficiales no pueden acceder a las instalaciones adecuadas.
Pese a la tragedia, el gobierno saudí calificó la operación como un éxito. El ministro de Salud, Fahd al Yalayel, informó que no hubo brotes de epidemias y que más de 390,000 peregrinos recibieron atención médica durante la semana de peregrinación.