La pregunta sobre la edad adecuada para que los niños tengan acceso a dispositivos tecnológicos, como celulares o consolas de videojuegos, sigue siendo un tema de debate entre los padres. Expertos aclaran que más allá de la edad, la decisión debe basarse en la madurez y responsabilidad demostradas por el menor.
Uno de los riesgos clave asociados al acceso temprano a la tecnología son las redes sociales, según advierte la neuróloga pediatra Martha Solano. Las redes, especialmente diseñadas para mayores de 16 años, pueden exponer a los niños a situaciones no aptas para su edad.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ofrece pautas específicas sobre el acceso a dispositivos tecnológicos:
1. Antes de los 9 años: Los menores pueden tener acceso a dispositivos sin conexión a Internet. Los adultos pueden configurar el dispositivo para limitar el contenido apropriado para su edad, incluyendo video, imágenes, texto y audios.
2. Antes de los 13 años: Se puede permitir el acceso a Internet, pero se desaconseja el uso de redes sociales. Se sugiere tener plataformas académicas si el dispositivo se utiliza con fines educativos.
3. Hasta los 14 años: Se pueden abordar temas relacionados con el uso responsable de las redes sociales. El diálogo, la confianza y la creación de acuerdos son fundamentales.
4. El referente técnico nacional para la prevención de riesgos digitales del ICBF, Daniel Andrés Gavalo, destaca la importancia de establecer acuerdos sobre el uso responsable, horarios y límites de tiempo de conexión. Aunque existen aplicaciones que ayudan a administrar el dispositivo del menor, Gavalo enfatiza que el diálogo sigue siendo esencial.
Por otro lado, la Sociedad Canadiense de Pediatría desaconseja el uso de dispositivos electrónicos en niños menores de 2 años, ya que no hay evidencia que respalde su introducción en edades tempranas. La alta exposición a estos dispositivos puede afectar negativamente el desarrollo cognitivo y habilidades como la atención y la memoria de trabajo.
En cuanto a las consolas de videojuegos, se sugiere esperar hasta los 6 años para evitar problemas de sedentarismo y sobrepeso asociados al tiempo frente a la pantalla. La Organización Mundial de la Salud vincula esta exposición con riesgos para la salud de los niños.
En resumen, más allá de la edad específica, la clave radica en una combinación de madurez, responsabilidad, y diálogo constante entre padres e hijos para garantizar un uso seguro y adecuado de la tecnología.