La mediación de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica logró la liberación de la uniformada tolimense, quien se encuentra en buenas condiciones de salud junto a sus hijos de 6 y 8 años de edad.
El calvario para la familia de la sargento segundo Ghislaine Karina Ramírez terminó este viernes hacia el mediodía, tras 4 días de angustia y zozobra por la desaparición de la uniformada y la posterior confirmación de su secuestro a manos del ELN, en inmediaciones del municipio del Fortul en Arauca.
La uniformada oriunda de Melgar, estuvo retenida desde el pasado lunes y desde entonces su padre, Gerardo Ramírez, imploró a sus captores por su liberación, especialmente de sus nietos de 6 y 8 años de edad retenidos junto a ella e incluso su mascota, que siempre acompaña al niño quien sufre de autismo.
La liberación se produjo solo horas después de que se conocieran las infortunadas declaraciones del Ministro de Defensa Colombiano, quien señaló a la Sargento Ramírez de imprudente al desplazarse a Arauca por tierra y sin escolta, declaraciones que indignaron a la familia de la uniformada quienes reclamaron al Ejército por no pronunciarse ni manifestarse ante ellos tras el secuestro con nada diferente a una psicóloga.
El regreso a la libertad de esta familia se produjo en territorio venezolano y una vez se conoció el hecho, su padre aseguró que solo tenía palabras de agradecimiento para la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica y medios de comunicación que ayudaron a hacer la presión necesaria para que se diera la liberación.
«No tengo palabras más que gracias, estoy feliz por la noticia que me dieron hoy. Muchas gracias a ustedes los medios de comunicación que siempre estuvieron de mi lado. Ellos todos están bien», aseguró el padre de la uniformada y abuelo de los niños.