Frente a la sede del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en la concurrida carrera Quinta de Ibagué, un grupo de madres comunitarias se ha unido al paro nacional indefinido. Esta protesta busca exigir al Gobierno Nacional el cumplimiento de los acuerdos pactados en febrero de 2023, que incluían mejoras laborales y dotaciones esenciales para los hogares comunitarios.
Yolanda Gómez, presidenta del sindicato de madres comunitarias, afirmó que el incumplimiento de estos compromisos afecta directamente la calidad del servicio brindado a los niños en situación vulnerable. Entre las exigencias clave se encuentra la implementación de una minuta nutricional adecuada para suplir las necesidades alimentarias de los menores, así como la entrega de dotaciones, como colchonetas, estufas y otros elementos vitales para el correcto funcionamiento de los hogares comunitarios.
Además, las manifestantes reclaman la creación de un subsidio de vejez equivalente al 95% del salario mínimo para aquellas trabajadoras mayores de 57 años que han dedicado décadas de su vida a la atención infantil. Sin embargo, según Henssy Patricia Moreno, otra de las líderes del movimiento, hasta el momento solo un pequeño porcentaje de las trabajadoras ha podido acceder a este beneficio, a pesar de los 14,000 cupos prometidos.
La incertidumbre se agrava por la reciente creación del Ministerio de la Familia, un ente que, según los manifestantes, podría poner en riesgo la estabilidad laboral de miles de trabajadoras del ICBF, así como alterar la estructura actual de la entidad.
Por el momento, no hay una fecha definida para el levantamiento del paro, lo que mantiene en expectativa a las autoridades locales y nacionales. Las madres comunitarias continúan su lucha, esperando que se atiendan sus demandas y que se garantice una mejora en las condiciones tanto para ellas como para los niños bajo su cuidado.