Durante una audiencia general en el Vaticano, el Papa Francisco, ante una multitud en la Plaza de San Pedro, compartió el dolor de las familias afectadas por la violencia en Ucrania y Gaza. Mientras oraba por los trabajadores humanitarios asesinados y los rehenes en Gaza, el Papa mostró el rosario y el Nuevo Testamento pertenecientes al soldado ucraniano de 23 años, Oleksandre, quien perdió la vida en el conflicto en Avdijevka.
Estos objetos fueron entregados al Papa por la hermana Lucía Caram, una monja que ha liderado esfuerzos humanitarios en Ucrania. Francisco destacó el significado de estos objetos personales, subrayados y usados por Oleksandre antes de su trágica muerte.
El Papa, visiblemente emocionado, leyó un salmo destacado por el soldado, reflejando sobre la vida cortada de este joven. Recordó a la audiencia presente la tragedia de tantos otros que han perdido la vida en conflictos armados.
Este gesto no es la primera vez que Francisco aborda el tema de la guerra en Ucrania. Anteriormente, mostró una bandera ucraniana recuperada de Bucha, resaltando la brutalidad de la guerra.
Además de sus reflexiones sobre Ucrania, el Papa renovó su llamado a un alto el fuego inmediato en Gaza durante su catequesis. Destacó la importancia de la justicia para alcanzar la paz, enfatizando que sin ella, los conflictos persisten y la violencia prevalece.
El gesto del Papa Francisco, al mostrar los objetos personales de un soldado caído en Ucrania, resuena en un llamado global a la paz y la compasión en medio de conflictos armados. Mientras el mundo enfrenta la devastación de la guerra, el Papa continúa siendo una voz de conciencia, instando a la humanidad a buscar la justicia y trabajar por la reconciliación y la paz duradera.