El presidente de Colombia, Gustavo Petro, generó sorpresa y críticas al no asistir a tres importantes reuniones confirmadas por la Casa de Nariño, incumpliendo así su agenda oficial del día. El mandatario, conocido por su participación activa en los consejos de ministros, seguridad y economía, dejó plantados a sus colaboradores y no lideró las habituales sesiones de trabajo que se llevan a cabo en la Casa de Nariño.
Este lunes, la ausencia del presidente Petro en el tradicional consejo de ministros marcó un inusual acontecimiento en la sede del gobierno colombiano. Además, no participó en los consejos de seguridad y de economía, programados para las horas de la mañana y la tarde, respectivamente, donde se discuten y evalúan los avances del programa de gobierno.
Ante la consulta sobre la cancelación de estos eventos, la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia emitió un comunicado explicando que el presidente estaba atendiendo compromisos de su agenda de Gobierno privada, lo que motivó su ausencia en estas reuniones oficiales.
La decisión de Petro de dejar plantados a sus ministros y ausentarse de los encuentros clave generó especulaciones y críticas en círculos políticos y entre la ciudadanía. Muchos se cuestionan la prioridad de compromisos privados sobre las responsabilidades presidenciales, especialmente en un contexto donde se discuten temas cruciales para el país en los consejos de seguridad y de economía.
Hasta el momento, la Presidencia no ha proporcionado detalles específicos sobre los asuntos de la «agenda de Gobierno privada» que justificaron la ausencia del mandatario. Esta situación ha avivado el debate sobre la transparencia y la rendición de cuentas en el ejercicio del poder ejecutivo.
La ausencia de Gustavo Petro en estas reuniones oficiales plantea interrogantes sobre la gestión y la priorización de responsabilidades en el más alto nivel del gobierno colombiano, alimentando el debate sobre la necesidad de claridad y transparencia en la agenda presidencial.